Las personas mayores están cada vez más preocupadas por la salud y el estado físico, tienen más tiempo libre y valoran el elemento social de ser parte de un grupo de corredores. También hay cada vez más pruebas de que correr no solo es seguro para quienes tengan más edad, sino que, además, el rendimiento se puede mantener a un nivel mucho más alto de lo que se creía posible.

El maratón de Londres de este año tuvo un número récord de participantes veteranos, con casi el doble del número de personas de 60 a 69 años que se registró para correr desde 2018, mientras que en mayo pasado, Jo Schoonbroodt, un hombre de 71 años de Maastricht apodado “el keniano gris”, batió el récord de mayores de 70 años con un tiempo de 2 horas 54 minutos 19 segundos.

En tanto, en 2021, la corredora japonesa, Mariko Yugeta, redujo el récord femenino de mayores de 60 años a 2 horas 52 minutos 1 segundo y fue más rápido que el récord mundial general masculino de 1909.

“Estamos viendo un aumento en la cantidad de personas mayores que corre de manera muy competitiva. Algunas veces son bastante fenomenales”, dijo John Brewer, profesor de Ciencias del Deporte en la Universidad del Oeste de Escocia y corredor de maratón de más de 60 años.

“El conocimiento sobre el entrenamiento, la nutrición y el calzado ayudó a las personas a mantenerse saludables por más tiempo”, dijo Brewer, quien señaló que, a raíz de ello, hubo mejoras sustanciales en el rendimiento de los atletas mayores.

Mientras que en el pasado los corredores de maratón solían seguir agotadores programas de entrenamiento de seis días que incluían varias carreras largas, “entrenar inteligentemente” significa que es posible correr tres o cuatro días a la semana y competir a un alto nivel.

“Sabemos por la ciencia que puedes correr maratones con un estilo de vida razonablemente normal”, manifestó el especialista, quien también se encargó de destacar que “no se necesita vivir la vida de un atleta de élite”.

“A menudo, el riesgo de sufrir una lesión se considera una barrera potencial para correr siendo un adulto mayor y, si bien las mujeres tienen una mayor posibilidad de sufrir osteoporosis, no tienen un mayor riesgo general de lesiones por correr que los hombres”, expresó Brewer, mientras que reveló que correr puede ayudar a reducir las posibilidades de fracturas por estrés al aumentar la densidad ósea.

La evidencia sobre la disminución general del estado físico también es similar para hombres y mujeres. La brecha de desempeño entre géneros se amplía con la edad, pero es probable que esto se deba a la mayor proporción de hombres que aún compiten en categorías más antiguas.

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En cuanto a la aptitud aeróbica (cuánto oxígeno está disponible para su cuerpo durante el ejercicio) generalmente disminuye aproximadamente un 10% cada década después de los 30 años, pero el entrenamiento en intervalos de alta intensidad puede ayudar a retrasar esa disminución y se observaron tendencias similares para la fuerza muscular.

“Lo que hará el ejercicio es mantener la capacidad aeróbica y la fuerza muscular. Si tienes a alguien que nunca hizo ejercicio y comienza a correr a los 60 años, incluso puede revertir temporalmente la tendencia. Es muy beneficioso”, culminó Brewer.