Hábitos saludables para esquiar mejor - I Love Ski ®

2022-11-07 16:31:07 By : Mr. Bruce Zhou

Tener un estilo vida saludable te ayudará alcanzar un estado completo de bienestar físico, mental y social. Incorporar en tu vida hábitos saludables, ya sea en la alimentación, la actividad física, la prevención de la salud, la relación con el medio ambiente, la actividad social o incluso en el trabajo, te permitirá evitar una enfermedad, mejorar tu calidad de vida y probablemente esquiar más y mejor.

Un hábito es una costumbre y cuando hablamos de hábitos de vida saludables, nos referimos a la práctica habitual de una persona orientada a vivir más y mejor, en ausencia de enfermedades y de lesiones.

Sin más demora, os explicamos nuestro pequeño libro de los hábitos saludables para posteriormente ofreceros una infografía de hábitos saludables.

Los principales hábitos de una vida saludable son:

Ahora es cuando quizás te preguntes, ¿y qué tienen que ver los hábitos saludables con disfrutar más del esquí?. A continuación te explicamos cuáles son para después mostrarte uno a uno cómo te ayudarán a mejorar y disfrutar más del deporte blanco.

Los hábitos de vida saludable OMS son definidos por la Organización Mundial de la Salud como la «Forma general de vida basada en la interacción entre las condiciones de vida en un sentido amplio y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales».

«los hábitos de vida saludables son las costumbres recurrentes de un ser humano, que aumentan su calidad y esperanza de vida»

Y dentro de dichas costumbres, incluimos la actividad física y el deporte y cómo no, la práctica de los deportes de invierno como el snowboard, el esquí alpino, el esquí de travesía o el telemark.

Independientemente de la edad o del sexo, donde vivas y tu situación socio-económica, los hábitos de vida saludables te permitirán aumentar tu calidad de vida. Evidentemente, la acepción prematura de dichos hábitos simplifica la labor. Por ejemplo cabe destacar que incorporar hábitos saludables para niños desde edades tempranas, ayudará a todo el núcleo familiar a llevar una vida más sana.

Si te cuesta explicar a los pequeños de la casa por qué son importantes los hábitos saludables debes saber que existen multitud de recursos audiovisuales atractivos. Algunos están orientados a implantar los hábitos saludables en niños de temprana edad, como Profe Carbajal, Aula chachi o Groovy el Marciano que incorporan consejos muy útiles mediante canciones infantiles. Para los más mayores, existen también vídeos didácticos que facilitan la incorporación de hábitos saludables en adolescentes como BrightBrenda, Caminos de Éxito o Andrés Olivera entre otros.

Ahora sí, sin más demora, pasamos a enumerar los principales hábitos saludables que te harán reducir los factores de morbilidad y mortalidad, además de mejorar tu nivel de calidad de vida en tu día a día.

Como dijo hipócrates «que tu comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina». Seguramente sabes que llevar una alimentación saludable es indispensable para gozar de buena salud y mantener el buen funcionamiento del organismo. Existen una serie de hábitos saludables para el aparato digestivo que harán que te sientas mejor todos los días dado que comer bien te ayudará a prevenir enfermedades que pueden llegar a ser crónicas (sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus tipo II, hipertensión, cáncer ..). Si deseas mejorar tus hábitos alimentarios, deberás prestar especial atención a tus comportamientos conscientes que te conducen a seleccionar, consumir y utilizar ciertos alimentos en función de ciertas influencias sociales y culturales.

«Comer es una necesidad, pero comer de forma saludable es un arte»

Incorpora hábitos saludables alimentación en tu menú diario con alimentos con grandes cantidades de fibra, frutas, verduras, productos lácteos bajos en grasa, carnes blancas, pescados, legumbres, cereales integrales, aceite de oliva …

Evita el excesivo consumo de de calorías, carbohidratos refinados, grasas de origen animal, alimentos con un alto contenido en azúcares y bebidas carbonatadas que representan una de las primeras causas de mortalidad y morbilidad en los países desarrollados.

«Nunca es tarde. puedes alimentarte de forma sana dado que es un hábito que se aprende: es educable y modificable»

Por cierto, si estás de acuerdo con los valores de I LOVE SKI ® intenta consumir productos locales, de proximidad y de temporada. De esta forma, estarás favorecerás la economía sostenible y le estarás haciendo un favor al planeta Tierra. Si además estás en una estación de esquí, estarás apoyando la economía local, creando riqueza en el territorio y a la vez luchando contra la despoblación de zonas de montaña.

Si no sabes qué significa exactamente este término, utilizaremos otro que seguro es comprensible por todos los lectores «moverse«. Incorporar actividad física en tu día a día, es le mejor antídoto para reducir la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diversos tipos de cáncer y diabetes.

La actividad física y el deporte te ayudará a regular tu porcentaje de grasa corporal, fortalecerá tu sistema neuromuscular y aumentará la densidad ósea pero también te ayudará a controlar la tensión arterial, dormir mejor, eliminar estrés, … y además disminuirás la fatiga así como el riesgo de lesión y mantendrá tu sistema cardiovascular y muscular activo facilitando que puedas disfrutar más del esquí.

«Cuida tu cuerpo: es el único lugar en el que realmente habitas»

Incorporar hábitos de vida saludables te ayudará a disfrutar más de las pistas de esquí pero si quieres mejorar tu rendimiento, necesitarás incorporar rutinas deportivas específicas que te ayuden a fortalecer tu sistema aeróbico y tu tonicidad muscular.

¿Algunos consejos? Evita el sedentarismo, sigue una rutina de ejercicio que incluya entrenamiento aeróbico y de fuerza. Siempre que puedas, evita coger el coche: desplázate andando, en bicicleta, e-bike o en transporte público. Intenta hacer entre 7000 y 8000 pasos al día. Sube las escaleras en lugar de tomar el ascensor. Siguiendo estos sencillos consejos, ganarás en calidad de vida y disfrutarás más de tu experiencia en la nieve.

EL IMC o índice de masa corporal es un indicativo orientado a valorar tu peso en relación a tu altura. La fórmula concreta que se aplica es:

Existen métodos más precisos para calcular la grasa corporal, pero son más complejos y costosos: medición del grosor de los pliegues cutáneos, pesaje bajo el agua, impedancia bioeléctrica, la absorciometría dual de rayos X (DXA), la dilución isotópica, …

«El sobrepeso no se irá hasta que aprendas lo que te ha venido a enseñar»

Un IMC bajo o alto, puede indicar un porcentaje de grasa corporal poco saludable. Realmente, el IMC se usa como una herramienta de detección, pero no diagnostica la grasa corporal ni la salud de un individuo. Para determinar si el exceso de peso es un riesgo para la salud, deberás acudir a un médico y realizar otro tipo de evaluaciones, como la medición de los pliegues cutáneos, los hábitos alimentarios, los niveles de actividad física y los antecedentes familiares.

A continuación te ofrecemos una tabla en la cual podrás observar la relación entre el IMC y el nivel de peso:

Disminuir el IMC hará que nos sintamos más livianos, ágiles y evitará que nuestras articulaciones tengan que movilizar una mayor masa corporal mientras esquiamos. Como sabes, el esquí alpino y el snowboard son dos disciplinas deportivas que son exigentes con las articulaciones del tren inferior. La cadera y las rodillas participan de forma activa durante todo el gesto técnico y si disminuimos nuestra porcentaje de grasa, estaremos facilitando la realización de los giros, la flexo-extensión y favoreciendo la movilidad encima de los esquís.

El humo del tabaco contiene más de 7000 sustancias químicas, de las cuales al menos 250 la ciencia tiene constancia de que son perjudiciales para la salud. A destacar entre estas sustancias dañinas, encontrarás el arsénico, el benceno, el amoniaco, el monóxido de carbono y el cianuro de hidrógeno. Por último, debes saber que fumar daña cada órgano y sistemas de órganos del cuerpo, siendo el causante de multitud de cánceres y enfermedades cardiopulmonares.

Beber alcohol envejece y te hace ganar peso fácilmente dado que tiene muchas calorías. Además deshidrata, interfiere en el descanso, es un depresivo, genera ansiedad y genera problemas cardiovasculares, físicos y psicológicos.

«No hagas nada hoy, que comprometa tu mañana»

El consumo de drogas genera adicción, accidentes cardiovasculares, psicosis, depresión, problemas de sueño o impotencia.Las sustancias de abuso habitual como el cannabis, cocaína, heroína, GHB o los alucinógenos pueden alterar el razonamiento, el juicio de valor y perjudican la salud.

Consumir drogas y alcohol en las estaciones de esquí, genera accidentes todas las temporadas. No pongas en peligro tu integridad física ni la de los demás. Es sencillo, no consumas drogas: ganarás en salud, disminuirás el riesgo de accidente y evitarás ser sancionado.

La prevención en salud es clave para detectar anomalías y paliar la aparición de la enfermedad, reducir los factores de riesgo, detener su avance y atenuar sus consecuencias.

Realizar al menos una revisión médica al año es fundamental también en personas sanas -mediante la atención primaria- dado que las medidas pueden estar dirigidas a eliminar o reducir la exposición de la persona a factores dañinos para su salud.

«La salud no lo es todo pero sin ella, todo lo demás es nada» – A. Schopenhauer

Por otro lado, la prevención secundaria se orienta a detectar posibles enfermedades en estadios iniciales y actuar lo antes posible para paliar o retrasar el progreso de la enfermedad. En este caso las medidas van encaminadas a la detección, diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad (cáncer de colón, de mama, …).

Por último estaría la que hay que evitar siempre: la prevención terciaria. En esta fase la patología ya está presente y el objetivo es reducir las complicaciones o secuelas así como incorporar la rehabilitación una vez superada la enfermedad.

Lo más aconsejable es realizar al menos una revisión médica al año para detectar posibles patologías en su estadio más temprano. Como sabes, las estaciones de esquí suelen estar alejados de los núcleos urbanos que disponen de servicios médicos con recursos avanzados. Intenta llevar siempre un botiquín de viaje priorizando los medicamentos básicos y aquellos que sean necesarios si padeces enfermedades crónicas. También será útil incluir en el botiquín un papel con indicaciones -dirección y teléfono- sobre los hospitales y centros sanitarios de proximidad. Por último, si vas a esquiar a una estación de esquí del Espacio Económico Europeo, Suiza o Reino Unido no olvides llevar siempre tu tarjeta Sanitaria Europea (TSE). Si dispones de un seguro privado, advierte a tu compañía y asegúrate de conocer el procedimiento en el caso de enfermedad o accidente.

Dicen que «el tiempo lo cura todo…menos las caries que las cura el odontólogo». Los problemas orales pueden generar múltiples problemas de salud. Desde el mal aliento, hasta infecciones de encías, tinciones, caries, aftas bucales, enfermedades periodontales, sensibilidad dental, maloclusión, bruxismo, o hasta cáncer oral.

Mantener una rutina de higiene oral y visitar periódicamente al dentista ayudará en gran medida a mantener la higiene bucodental. Además debes ser consciente que al ser esquiador, subes en altitud de forma brusca mediante los remontes mecánicos y que estarás expuesto al frío.

«No necesitas lavarte los dientes, solo aquellos que quieres seguir conservando»

La fusión de ambos factores, hace que un esquiador deba incluir dentro de sus hábitos saludables la higiene bucodental y así evitar problemas en las pistas de esquí. Acudir a tu dentista de confianza es lo más recomendable y además suele estar próximo de tu domicilio o del centro de trabajo. Sin embargo es complejo encontrar un dentista en las estaciones de esquí y deberás descender al valle o a un gran núcleo urbano para ser tratado por un odontólogo de urgencias que desconoce tu histórico.

Dicen que «el secreto para tener buena salud es que el cuerpo se agite y que la mente se repose». Y es que a todos nos gusta dormir bien para estar con energía al día siguiente pero quizás no sabes que los beneficios del sueño para la salud son múltiples. Por ello, uno de los hábitos más saludables que podemos encontrar es disfrutar de un sueño reparador.

«El secreto para tener buena salud es que el cuerpo se agite y que la mente se repose»

Y es que dejarse embaucar fácilmente por los brazos de Morfeo ayuda a nivel cognitivo, físico y psicológico. Los beneficios que producen en la salud el descanso son amplios, dado que es una necedidad fisiológica.

Dormir y descansar ayuda a regenera el sistema inmunitario, protege el corazón, mejora la resistencia física, ayuda a reducir el riesgo de diabetes, disminuye el IMC, mejora la memoria, el rendimiento laboral y académico e incluso, nos permite vernos más saludables y atractivos.

Por estas razones, deberás tener en cuenta que si te gusta el  après-ski y duermes poco, al día siguiente no rendirás físicamente en las pistas de esquí. Además tendrás una mayor probabilidad de caerte, tener molestias musculares y padecer lesiones.

Disociar los hábitos saludables del cuerpo y la mente es una quimera, dado que existe una interconexión entre la dimensión física y la psicológica. A pesar de que el conocimiento del ser humano sobre la salud emocional y psicológica es limitado, sabemos que el estrés facilita las inflamaciones, mediante la exponencial segregación de hormonas y neurotransmisores al torrente sanguíneo y al sistema nervioso respectivamente. También sabemos que los malos hábitos psicológicos generan problemas de insomnio, actuando en detrimento de la reparación que nos aporta el descanso y generando irritabilidad.

Por lo tanto, si queremos un cuerpo sano, deberemos intentar tener una mente sana. Como sabes, la salud emocional es la que se vincula con el estado mental que nos permite vivir con suficiente tranquilidad, motivación y eficacia. Para alcanzar el bienestar emocional deberemos encontrar el equilibrio entre nuestro ser físico, emocional, mental y espiritual. Fácil de decir, a veces difícil de hacer.

«Si queremos un cuerpo sano, deberemos intentar tener una mente sana»

Sentirse mal, triste, temeroso, inquieto, nervioso o preocupado forma parte de nuestra naturaleza humana y gestionar dichos sentimientos, requiere que dispongamos de orden, equilibrio interno y hábitos saludables para afrontar cada día con convicción, seguridad y ánimo.

La salud emocional nos permite dominar nuestras emociones: nos ayuda a saber lidiar con el estrés, la ansiedad y los problemas siendo conscientes de los pensamientos, sentimientos y comportamientos de uno mismo. Los expertos argumentan que una de las claves del bienestar emocional está en reforzar las emociones positivas y reducir las negativas. Si tomamos el ejemplo del esquí, sería como superar el miedo a esquiar en una zona muy agreste, helada o fuera de pista. No olvides que esquiar ayuda a reducir la ansiedad así que coge los esquís, sonríe todo lo que puedas y a ser posible, disfruta del deporte y de la montaña con tu pareja, familia y amigos.